Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/119

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
119
Historia de un amor turbio

ñana siguiente como llegaba á su casa á la una y media y no se dormía hasta una hora después — levantábase tarde, lo que no le agradaba de ningún modo. En consecuencia díjole una noche á Eglé que en adelante tomaría el tren de las once y cuarenta y cuatro. Eglé levantó los ojos con dolorosa extrafieza y lo miró largo rato. Mientras por sus ojos volvían y se sucedían las dudas sobre el amor de Rohan, éste la miraba á su vez tranquilo, seguro de que en los suyos Eglé no leería más que la natural y firme decisión de no cansarse demasiado, sin ningún otro motivo.

Eglé sonrió al fin débilmente, como las personas que consienten, convencidas sin embargo de que ellas tienen razón, y buscó el cuello de él.

—Yo no me cansaria de estar con mi novia—murmuró.

—Qué sabes tú—se sonrió Rohan, alzando