Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/128

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
128
Historia de un amor turbio

un pequeño gemido de deseo exasperado en cada beso. Al fin ella desprendió su boca y recostó su cabeza en la de él.

—Tú no me quieres.... — murmuró con lágrimas en la voz, pero estrechándolo al mismo tiempo.

—Sí, te quiero....

—No, no me quieres!

Rohan quiso agregar algo, pero le fué imposible. Mercedes siguió su silencio.

—No, no me quieres!—se convenció de nuevo. Pero Rohan, cuya mano acababa de sentir la liga tendiéndola inconscientemente, por toda respuesta había vuelto á ahogarle las protestas en la boca. La joven lo detuvo.

Rohan se quedó á media acción, en postura I desgarbada.

1 —Por qué?

—Porque no quiero.

No había dolor ninguno en su voz, pero si rigida decisión de vanidad al fin herida.

4