Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/69

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
69
Historia de un amor turbio

notó desde la primer mirada que Eglé no quería acordarse de nada. Lo saludó rápidamente, volviéndose en seguida á comentar con su madre un grupo que pasaba por la vereda de enfrente. La indiferencia era excesiva para ser sincera; pero aún así Rohan sufrió un golpe doloroso. Prosiguió charlando con Mercedes, sin denotar en minima expresión su trastorno. Al revés de lo que le acontecia cuando estaba solo, en que todas sus emociones subíanle al semblante, en presencia de gente disimulaba maravillosamenteaquéllas.

Qué tarde divina!—suspiró al rato la madre, mirando el cielo—No sé por qué no vivimos aquí siempre.... Caminemos, le parece?

Se pusieron en marcha, siguiendo la Avenida hacia Temperley. A cada instante tenían que apartarse ante el ciclismo titubeante de chicas con la capota blanca caída atrás, cuyas ayas prestaban el hombro dormido al incipien-