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LOS GREMIOS SEVILLANOS

mo aún conservan algunos de aquellos institutos de España y del extranjero. Pero, fuerza es decirlo, de ninguna de estas costumbres gremiales quedan en Sevilla más que levísimos rastros; y toda nuestra diligencia por inquirir el paradero de los archivos particulares de cada gremio ó hermandad ha resultado estéril, excepción hecha del de los plateros y del de los sastres, ([1]) Tenemos, pues, que tratar en general de los gremios sevillanos; y para conocer su organización, siquiera sea de un modo imperfecto, hay que acudir á las Ordenanzas de esta ciudad en que hallamos compiladas la mayor parte de las disposiciones legales que dictaron nuestros monarcas, especialmente desde los tiempos de D. Juan II, D. Enrique IV y los Reyes Católicos. Despréndese de su lectura, que hubo gremios como los de tejedores y plateros, que desde antes, quizá, poseyeron reglas para su régimen y gobierno; pero, en cambio, otros, como los armeros, no obstante su importancia, no las tuvieron hasta 1512, y aún algunos, cómo los arcabuceros, todavía más tarde. Fueron impresas dichas Ordenanzas por Juan Várela de Salamanca, en 1527, y hemos de notar, que un número considerable de oficios carecía de ellas, por lo cual solicitaban entonces de los Católicos monarcas, proveyesen á esta necesidad; circunstancia que nos induce á creer que los gremios que de ellas carecieron hasta dicho tiempo, vinieron rigiéndose por un derecho consuetudinario.

No debemos entretenernos en hacer más profundas investigaciones en cuanto á la historia de los gremios sevillanos, faltándonos los indispensables datos para realizarlas, pero, sí cúmple-

  1. en dicho documento, los reparos que tenia que efectuar en el otro castillo, dentro del cual, figuras humanas habían de representar el Nacimiento del Señor, con su acompañamiento de ángeles vestidos de seda, con sus coronas de oropel y del aderezo de la Tarasca, dice la escritura: «yten quel mayordomo sea obligado a cojer vn alférez que sea hombre blanco e no negro el mas alto del cuerpo que se pudiese aver que vaya bien vestido a uso de alférez, para que lleve el pendón e lleve una espada morisca ceñida como es vso e costumbre otros años, etc. Leg. 2.º de dicho año de Manuel Sigura. Arch. general de protocolos. (i) Estos precisamente conservan la suya, muy interesante por cierto. Véase nuestro folleto Noticia de la bandera de la hermandad de San Mateo (vulgo de los satres.— Sevilla, Gironés y Orduña, 1871. Un vol., 4.®