SUMARIO
E
ntre las manifestaciones del trabajo humano que revelan de una
manera más evidente el grado de cultura de los pueblos antiguos y modernos, ocupan lugar preferentísimo todas aquellas que fueron producto del ingenio, de la observación, de la perseverante labor y de la singular habilidad de oscuros artífices, que ora manejando los metales, ora la madera, ó los mármoles, ora los barros ó vídrios y las materias textiles, contribuyeron, no sólo á satisfacer los menesteres de la vida, sino los caprichos y exigencias del más refinado lujo, uniendo lo bueno con lo útil, lo bello con lo necesario y auxiliando eficacísimamente, como complementos accesorios, á la realización del ideal arquitectónico concebido por soberanos ingenios.
Á través de la lenta labor de la humanidad, en el transcurso de centenares de siglos, si con la imaginación nos remontamos á