ulterior hasta el momento en que pudiese estar solo.
Cuando hubísteis marchado, y cuando Júpiter estuvo bien dormido, me entregué á una investigacion del asunto, un poco mas metódicamente. Y enseguida me esforcé en comprender cómo este pergamino habia caido en mis manos. El sitio en que descubrimos el escarabajo estaba sobre la costa del continente, cerca de una milla al este de la isla, pero á un breve espacio bajo el nivel de la alta marea. Cuando lo cogi, me mordió cruelmente y lo solté. Júpiter, con su prudencia acostumbrada, antes de coger al insecto que habia volado á su lado, buscó al derredor de sí una hoja 6 alguna cosa análoga con que pudiese cogerle. En este momento sus ojos y los mios se fijaron en el pedazo de pergamino que yo tomé entonces por un papel. Estaba medio enterrado en la arena, con una punta al aire. Cerca del sitio donde lo encontramos, observé los restos del casco de una gran embarcacion, tanto al menos como pude juzgar. Estos despojos de naufragio estaban allí probablemente desde hacía algun tiempo, porque apenas podía encontrarse la figura de un armazon de buque.
Júpiter cogió el pergamino, envolvió en él al insecto y me lo dió.
Poco tiempo despues tomamos el camino de la choza, y nos encontramos al teniente G..... Le enseñé el insecto, y me suplicó le permitiese llevarlo al fuerte.