para distinguir, pasó por un lado del globo, gigantesca, inflamada, atronadora yrugiente como la voz de mil truenos juntos. Cuando me repuse del terror y admiracion, reflexioné naturalmente que debía ser algun enorme fracmento volcánico, vomitado por la luna, á la cual con tanta rapidez me iba acercando y probablemente un trożo de Jas mismas sustancias singulares, que en algunas ocasiones se encuentran en la tierra, llamadas aereólitos, á falta de apelativo más exacto.
16 de Abril.-Mirando hoy alternativamente por las ventanas laterales y hácia la parte superior del modo único que podía hacerlo, percibi con gran satisfaccion y alegría, una pequenísima porcion del disco lunar, que rebasaba por decirlo así, fuera ó alrededor de la estensa circunferencia del contorno del globo. Esto me conmovió extraordinariamente, porque desvanecía cuantas dudas pudiera tener de alcanzar el término de viaje tan peligroso.
Acrecentado hasta hacerse casi contínuo el trabajo necesario para condensar el aire, apenas me daba tréguas; no podía ya entregarme al sueño; sentíame verdaderamente enfermo y estaba trẻ- mulo de desfallecimiento, resistiéndose la naturaleza humana á soportar por más espacio un padecimiento de semejante intensidad. En el cortísimo período que yo tenía ya de tinieblas, cruzó muy inmediata al globo otra piedra meteórica, produciéndome una inquietud bastante séria lo frecuente de tales fenómenos.