observar el satélite hasta que la parte oscura se hizo visible.
Primero vió que los dos cuernos parecían como si se afilaran en una especie de prolongacion muy aguda, cuya estremidad iluminaban ténuemente los rayos solares, en tanto que todas las partes restantes del hemisferio oscuro eran invisibles absolutamente; aclarándose en fin, al poco tiempo despues, toda la orilla ó contorno sombrío. Supuse que esta prolongacion de los cuernos hasta más de la semicircunferencia, era producida por la refraccion de los rayos solares en la atmósfera de la luna.
Calculé tambien que la altura de esta atmósfera (que podia refractar bastante luz en el hemisferio oscuro, para producir un crepúsculo más luminoso que la luz reflejada por la tierra cuando la luna dista unos 32 grados de su conjuncion), debía ser de 1.856 piés; de resultas de lo cual deduje que la mayor altura capaz de refractar el rayo solar era de 5.376 piés. Asimismo confirmaba mis ideas sobre este asunto, un párrafo del tomo ochenta y dos de las Transacciones Filosóficas, en que dice, que al verificarse una ocultacion de los satélites de Júpiter, desaparece el tercero, despues de haber queda lo indistinto durante uno ó dos segundos, y el cuarto se muestra con mucha indeterminacion al acercarse al limbo. (1) (1) Helvelius dice, que ha observado, en ocasiones, cuando el cielo estaba perfectamente límpido y hasta las estre-