Página:Historias extraordinarias (1871).djvu/53

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
49
HISTORIAS ESTRAORDINARIAS

trar la historia de una enfermedad casi mortal que padeció Mm. Pilan por haber aspirado el tufo de una bugía casualmente envenenada. La idea hirió súbitamente mi imaginacion: yo sabia que mi víctima acostumbraba á leer en la cama; sabia tambien que la estancia en que dormía era pequeña y mal ventilada. Mas ¿á qué fatigaros con inútiles pormenores? No os contaré de qué modo logré sustituir la bugía que estaba junto á la cama con otra emponzoñada: es el caso que una mañana se encontró al hombre muerto en su lecho, y que la autoridad, despues de reconocerle, juzgó que su muerte habia sido repentina.

Yo heredé el caudal de mi víctima y todo me salió perfectamente durante muchos años. Jamás pasó por mis mientes la idea de que el crimen pudiera descubrirse: yo mismo había destruido los restos de la bugía fatal, y no había dejado sombra ni indicio, capaz de escitar la menor sospecha. Con dificultad podrá imaginar nadie cuán grande era mi satisfaccion al reflexionar sobre mi completa seguridad. Habíame acostumbrado á deleitarme con tan grato sentimiento, el cual me causaba un placer mayor y más verdadero, que cuantos beneficios meramente materiales habia reportado á consecuencia del crímen. Pero llegó una época desde la cual fué trasformándose aquel sentimiento de placer, por una degradacion casi imperceptible, hasta convertirse en un tenaz pensamiento, que con tal frecuencia ocupaba mi imaginacion que me cansaba, sin que apenas