cha indeterminacion al acercarse al limbo.
En lo que fundaba yo la esperanza de descender sano y salvo, era en la resistencia ! Helvelius dice, que ha observado en ocasionęs, cuando elcielo estaba perfectamente limpido y hasta las estrellas de sesta y nitud brillaban distintamente, que,-con la misma altura de la luna, igual elongacion de la tierra é idéîtico escelente telescopio, -la luna y sus manchas no se mostraban siempre igualmente luminosas. Bajo este supuesto, es evidente que la causa del fenómeno no se halla en nuestra atmósfera, ni en el telescopio, ni en la luna, ni en el ojo del observador; sino que debe proceder de otra cosa (¿ atmósfera ?) existente en rededor de la luna.
Casini ha observado muchas veces, que Saturno, Júpiter y las estrellas fijas, en el momento que su ocultacion por la luna tiene lugar, pierden su forma circular tomándola ovalada; mientrās que en otras ocultaciones no ha percibido cambio alguno de forma. Pudiera por lo tanto inferirse, que en algunos casos, si bien no en todos, la luna se halła envuelta por una materia densa, en que son refractados los rayos de las estrellas.-E P.
sétima niag-