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Página:Irremediablemente... (1919).pdf/91

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ESPERA...


He de darte las manos, espera, todavía
Está llena la tierra del murmullo del día.
La bóveda celeste no deja ver ninguna
De sus estrellas... duerme en los cielos la luna.


He de darte las manos, pero aguarda, que ahora
Todo piensa y trabaja — la vida es previsora —
Pero el corazón mío se esconde solitario,
Desconsolado y triste por el bullicio diario.


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