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PEREGRINACIONES DE UNA ALMA TRISTE
Una visita inesperada
Un dia, entrando en mi cuarto, encontré una bella jóven que estaba aguardándome, y que al verme se arrojó silenciosa en mis brazos.
La espontánea familiaridad de la accion, á la vez que algo en sus graciosas facciones, me revelaban una persona conocida y amada; pero dónde ? cuándo? No podia recordarlo.
—Qué! esclamó ella en vista de mi perplejidad. háme cambiado tanto el sufrimiento que ya no me conoces ?
—Laura! Oh! en verdad, querida mia, que estás desconocida; y sin el acento de tu voz ....
—;¡ Bendito acento de la patria, que me recuerda al corazon olvidadizo de mis amigos!