240 PANORAMAS DE LA VIDA
—Despiadado elemento, que te llevas tan léjos lo que ama el corazon !—exclamó Augusto, á quien dos dias ántes, el vapor del norte le arrebatara cierta viudita de ultramar.
—Elemento imponente como el infinito, pérfido como la fortuna, despiadado como el destino, y destructor en la naturaleza, como las pasiones en el alma !—concluyó sentenciosamente un profesor de filosofía.
—Y yo ¿porqué he de quedarme atrás?—dijo Enriqueta; y con la espiritual prontitud de travesura que la caracteriza, abrió un libro que llevaba en la mano, y leyó ó fingió leer.
—¿Cuál de las pasiones que devastan el corazon humano es la que mas estragos hace en él?
—Los celos! —respondió de tras una cepa, un anciano cuyos ojos ardientes, y las arrugas que surcaban su frente estaban diciendo que hablaba por esperiencia.
Todas las miradas se volvieron hácia él, la suya se fijó en mí.
—Si—continuó—pasion fatal! Ella inspira todos los malos pensamientos, todas las acciones infames, desde la villanía hasta el crímen. La biblia compara esa pasion con el infierno, porque encierra todos los tormentos de la mansion de los réprobos; y el