438 PANORAMAS DE LA VIDA
el del amor? Lee! y besa mi frente, caigamos de rodillas, oremos juntos, y parte!
El jóven tomó el papel con mano ansiosa y lo desdobló á la luz de la luna.
Pero á medida que leía, su frente se tornada pálida, en sus ojos se pintó el espanto, y sus cabellos se erizaron.
—Era mi hermana! exclamó en una esplosion de dolor y de cólera. Oh! continuó, arrojando lejos de sí aquel papel; yo iré á buscarte mas allá de este mundo, mujer cruel, que, esclava del orgullo humano, abandonaste impía al hijo de tu oprobio para ornar con la aureola de la virtud tu frente mancillada; que, alejando al hermano de la hermana, eres causa de que el amor santo que debió unirlos, se convirtiese en un sentimiento criminal, en una fuente de eterno dolor: yo iré á buscarte hasta en el infierno mismo, para decirte: Maldita seas!
Y el proscripto saltando sobre el veloz caballo, desapareció.
Al escuchar esa horrible maldicion, Aurelia exhaló un grito y se apoyó desfallecida en uno de los pilares del pozo.
Las fuerzas de su cuerpo y de su espíritu estaban agotadas; una estraña oscuridad inundó su mente y la dejó en un estado que participaba del síncope y de la vigilia.