110 PANORAMAS DE LA VIDA
vándalo, que cañoneó una ciudad pacífica, entregada al sueño; y pisoteando el libro sagrado de la Ley, se invistió del mando supremo por su propia autoridad, pasando sin transicion de los bancos de la taberna al dosel presidencial.
Así, el primer acto de su sacrílego triunfo, fué dar muerte á la constitucion. Disolvió el Consejo de Estado, suprimió el municipio, ese elemento equilibrador entre el gobierno y el ciudadano. Plantó la pluma blanca, consagrada al mérito militar, en cabezas infames, dilapidó en torpes saturnalesel tesoro nacional, y puso la república como se halla: al borde de un abismo.
El general Belzu se encontraba por entonces en Islay. El, que, sumiso hasta el fanatismo á la ley constitucional, habia resistido al llamamiento de los pueblos, que levantados en masa, lo proclamaron unánimes en marzo de 1862, ahora, á la noticia del peligro inminente que amenazaba á la patria, solo, inerme contando unicamente con su valor. corrió á salvarle Ó morir. Ni en el desfiladero de Leonidas, ni el abismo de Curcio, hubo mas abnegacion que en esas etapas solemnes de Arica á Corocoro, donde llegando solo con su criado, se presentó á tomar el cuartel.
Al verlo, los soldados cayeron de rodillas, y le presentaron las armas. ¿Qué sostenia á aquel hombre