262 PANORAMAS DE LA VIDA
cree que es su esposo, y se levanta sonriendo para salir á su encuentro; pero al llegar á la puerta se detiene y exhala un grito.
En el umbral, apareció un hombre alto, moreno, nto vestido de negro, y los ojos brillantes de
cej siniestro resplandor, que avanzando hácia ella la arrebató en sus bwazos.
En el mismo instante la luz de la bujia comenzó á debilitarse, y se apagó á tiempo que la voz del novio llamaba á su amada.
Cuando esta volvió en si, encontróse apoyada la cabeza en el pecho de su marido sentada en los cojines del coche que rodaba en direccion del Cercado.
—Fué el demonio! —murmuró la desposada; y refirió á su marido aquella estraña aventura. Él rió y lo achacó á broma de su misma novia.
Y pasaron años, y mi hermana se envejeció.
Un dia veinticuatro de Agosto, atravesando la plaza de San Francisco, mi hermana se cruzó con un hombre cuya vista la hizo estremecer. Erael mismo que se le apareció en el retrete el dia de su boda.
El desconocido siguió su camino, y mi hermana, dirijiéndose al primero que encontró le dijo con afan:
—-Dispénseme el señor: quien es aquel hombre ?— Elinterpelado respondió palideciendo. Es el demonio. Él me arrancó de mi pacífica morada para llevarme