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420 PANORAMAS DI LA VIDA
horas, abandonáronla huyendo de los recuerdos que despertaba.
La yerba crece en los senderos de su parque, donde no se escucha otro rumor sino el arrullo de las tórtolas y el gemido del viento entre el ramaje de los cipreses.
¡Ay de los muertos! Los vivos alejan con temerosa repugnancia cuanto de ellos queda; y Cuando han echado sobre su cuerpo la tierra del sepulcro, apresúranse á echar sobre su memoria la tierra del olvido.
FIN DE FELIZA