Página:Julio César (1921).djvu/125

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
119

CIUDADANO SEGUNDO ¡Lugar para Antonio, para el muy noble Antonio!

¡No, no os agolpéis encima de mí! ¡Quedaos a distancia! VARIOS CIUDADANOS 119 ¡Atrás! ¡Sitio! ¡Echaos atrás!

¡Si tenéis lágrimas, disponeos ahora a verterlas! ¡Todos conocéis este manto! Recuerdo cuando César lo estrenó. Era una tarde de estío, en su tienda, el día que venció a los Nervos. ¡Mirad, por aquí penetró el puñal de Casio! ¡Ved qué brecha abrió el implacable Casca! ¡Por esta otra le hirió su muy amado Bruto! ¡Y al retirar su maldecido acero, observad cómo la sangre de César parece haberse lanzado en pos de él, como para asegurarse de si era o no Bruto el que tan inhumanamente abría la puerta! ¡¡Porque Bruto, como sabéis, era el ángel de César!! ¡¡Juzgad, oh dioses, con qué ternura le amaba César!! ¡¡Ese fué el golpe más cruel de todos, pues cuando el noble César vió que él también le hería, la ingratitud, más potente que los brazos de los traidores, le anonadó completamente!! ¡Entonces estalló su