Página:Julio César (1921).djvu/51

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
45
BRUTO

¡Qué carácter rnás áspero se ha vuelto! Era de fino temple cuando iba a la escuela.

CASIO

Y lo sigue siendo, a pesar de esa apariencia tosca, si se trata de ejecutar cualquier empresa noble o arriesgada. Su rudeza es el condimento de su buen criterio, que hace que el estómago de las gentes digiera sus palabras con mejor apetito.

BRUTO

Así es, en efecto. Os dejo por ahora. Si queréis hablar conmigo mañana, iré a vuestra casa, o, sí preferís venir a la mía, os aguardaré.

CASIO

Iré a veros. Hasta entonces, reflexionad en lo que nos rodea.

(Sale Bruto.)

¡Bien, Bruto, eres noble! No obstante, veo que, dispuesto como está, tu honrado metal puede forjarse. He aquí la conveniencia de que las almas nobles asocien siempre a sus iguales. Porque ¿quién hay tan firme que no pueda ser seducido? Cesarme soporta con dificultad, pero ama a Bruto. Si yo fuera ahora Bruto, y Bruto Casio, él no