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CASIO

¡Sea quien fuere! Porque hoy los romanos tienen músculos y nervios como sus antepasados. Pero, ¡desdicha de los tiempos!, el alma de nuestros padres ha desaparecido, y es el espíritu de nuestras madres el que nos gobierna. ¡Nuestro yugo y sumisión prueba que somos afeminados!

CASCA

Se dice, efectivamente, que los senadores pretenden mañana aclamar a César como rey, y que llevará su corona por mar y tierra en todas partes, menos aquí en Italia.

CASIO

¡Ya sé entonces el sitio de este puñal! ¡Casio librará a Casio de la esclavitud! Por eso, ¡oh. dioses!, convertís a los débiles en los más fuertes. Por eso, ¡oh dioses!, sojuzgáis a los tiranos. ¡Ni las torres de piedra, ni las murallas de bronce forjado, ni las prisiones subterráneas, ni los recios eslabones de hierro pueden resistir el vigor del espíritu! Porque la vida, fatigada de estas, barreras mortales, nunca pierde el poder de libertarse a sí propia. Y pues yo sé esto, que el mundo entero sepa también que de la parte de tiranía 'que sufro puedo sacudirme cuando me plazca.

(Truenos todavía.)