Página:Julio César (1921).djvu/94

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

88

Aquí es estrecha la calle, y la muchedumbre de senadores, pretores y meros solicitantes que se agrupan tras las huellas de César estrujarían a un hombre débil hasta matarlo. Me iré a un sitio más ancho y desde allí hablaré al gran César cuando pase.

(Sale.)


PORCIA

Retirémonos. ¡Ay de mí! ¡Qué débil cosa es el corazón de la mujer! ¡Oh, Bruto! ¡Que los cielos te ayuden en tu empresa! Seguramente, el muchacho me ha entendido. Bruto tiene una petición que César no acogerá. ¡Oh, me desmayo! ¡Corre, Lucio, y encomiéndame a mi señor! ¡Dile que estoy alegre, y vuelve al instante a repetirme lo que te diga!

(Salen separadamente.)