Página:La Antígona de Sófocles - La Apología de Sócrates - Las poetisas de Lésbos (1889).djvu/93

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
93
DE SÓFOCLES

reemplazado con otro, y un segundo hijo puede reparar la pérdida del primero; pero habiendo bajado al sepulcro los autores de nuestros días, nadie me puede dar un nuevo hermano. Movida de estos sentimientos, y olvidándolo todo para tí, te he tributado, hermano mío, los honores que ha considerado Creonte como un crimen y una audacia horrible. Y héme aquí conducida á la muerte, sin haber gozado de las dulzuras del himeneo, ni de la ternura de un esposo, ni de las delicias de la maternidad. Sola, desamparada, sin amigos, voy á descender, en vida, á la región subterránea de los muertos... ¿Qué crimen he cometido yo contra vosotros, oh dioses?... ¿Pero de qué me sirve dirigir mis ojos al Cielo?.... ¿Qué socorro puedo ya esperar, cuando en premio de mi piedad, me veo tratada como una impía?...Si los dioses aprueban mi muerte, yo sufriré resignada el castigo de mi falta; pero si soy inocente... que sufran la misma pena los que tan injustamente me castigan!

EL CORO

Continúa aún poseída del mismo vértigo que viene agitando su alma.