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DE MARRUECOS

organizacion de los ejércitos modernos, como elemento de conservación de las tropas en campaña, alcanzando los más lisonjeros testimonios del aprecio de generales y soldados, de nacionales y estranjeros.

¡Ojalá que este entusiasmo no sea pasajero, y no decaiga la legítima importancia del servicio sanitario desde el punto y hora en que su necesidad deja de ser apremiante! ¡Ojalá no se disuelvan en el olvido los grandes elementos que por esta ocasion se han reunido, ni pasen desapercibidas las lecciones de la esperiencia, y hayamos de recurrir, cuando llegue el caso de sostener otra campaña, á nuevos ensayos, á nuevos tanteos, que siempre sensibles, son altamente dolorosos cuando se trata de la sangre y la salud de los defensores de da pátria!

Mas no porque yo enumere las ventajas morales ymateriales que al país y al ejército ha podido dar esta campaña, se me vaya á tener por un estraño apóstol de la guerra; lejos de mí tan absurdo intento. Antes bien creo que si tales ventajas hemos logrado de la guerra, debidas son únicamente á que ha sido justa; porque cuando esta cualidad falte, cuando no sea requerida por la justicia, de un modo evidente, claro, incuestionable, la guerra solo puede ser la mayor de las iniquidades.

No es fácil que se borren nunca de mi memoria las horribles escenas que hube de contemplar en la noche de Guad-rás, y quisiera el cielo que todos los que rijen á las naciones, las hubieren contemplado una vez, porque de seguro esclamarian, como Napoleon I en Eylau, al recorrer el campo de batalla, que «aquel espectáculo es el más á propósito para inspirar á los principes el amor á la paz, el horror á la guerra.» Desgraciadamente son pocos los que pueden