Página:La Eneida de Virgilio.djvu/14

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« Yo.... mas la tempestad calmaré luego:
« Insolentes huid y al rey decidle;
« Que por la suerte, del tridente tengo
« El mando yo; y él las altas rocas,....
« Éuro tu casa y la prision del Viento.»
Al punto del océano agitado
Calma las iras reluciente Febo;
El Triton apoyado y Cymothoe
Desencallan las naves con su esfuerzo,
Y él mismo y su tridente las sostiene,
Las Sirtes abre, torna el mar sereno,
Y en líquida llanura el carro vuela.
Cual suele suceder si en algun pueblo,
Entre los altos muros rebelada
Inquieta multitud levanta el eco,
Y vuelan piedras, las antorchas brillan,
Si allá aparece un venerado viejo;
El pueblo calla con atento oido
Y calma infunde en los rabiosos pechos;
Así Neptuno con mirar potente
Al aire impuso y á la mar silencio;
Él sus corceles vuelve, y vuela el carro
Sueltas las riendas del dorado freno.
La fatigada Troya un puerto ansiando
La proa inclina al Africano suelo;
Asilo le presenta una ensenada
Que una isla protege puesta en medio
De altísimos peñascos dó se estrellan
Las irritadas ondas con estruendo;
Soberbios se levantan los dos lados
Amenazando al encumbrado cielo;
Calla el mar en la cima y en el lago,