Página:La Ilíada de Homero, Tomo I (Ignacio García Malo).pdf/169

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
(63)

Con el fin de formar otra asambléa.
Un rumor se percibe semejante
Al murmurio confuso que las olas
Hacen, quando irritadas fieramente
Se estrellan en las rocas de la costa,
Y resuenan en medio de las aguas.
Toman su puesto pues, todos los Griegos,
Y se sientan por orden silenciosos.
Térsites solo hablando sin medida,
Un ruído muy terrible ocasionaba.
Nunca decir sabía sino oprobios,
Necedades é indignas groserías,
E insultando á los Reyes sin respeto,
Buscaba en su concepto lo mas apto
Para mover á risa á los Argivos.
Era, además de esto, tuerto y cojo,
Y el mas feo de quantos alli habia:
Tenia las costillas desiguales,
Y en el pecho y los hombros dos corcobas,
Y la cabeza encima puntiaguda,
Y cubierta de pelo escasamente.
Era pues, enemigo declarado
De Aquiles y de Ulises porque nunca
Cesaba de insultarlos neciamente:
Mas entonces gritando en altas voces,