Pablo de Céspedes; el Arte de la Pintura de Francisco Pacheco (que tambien hizo razonables versos); la Teória y Práctica de Don Antonio Palomino, y tambien el libro de Varia comensuracion de Juan Arfe, Escultor de oro y plata, cuyas obras, que admiran hoy dia varias lglesias dán á entender su mérito, inteligcia, y buen gusto. Pero por lo general los nuestros mas se aplicaron á dar lecciones práƈticas de an profesion, que á hacer alarde de la Teórica con la pluma.
VI. Suele ser comunmente el escollo de los Dibujantes el pie y la mano. A ésta en especial como se la puede mirar baxo una infinidad de aspeƈtos por los muchos movimientos que tiene (segun advierte Vinci en la Seccion CCLXXP es sumamente dificil darla un contorno arreglado y correƈto, y correspondiente al cuerpo á que está unida. Por esta razon es preciso que los Jóvenes hagan infinitos estudios de manos y pies, ya por diseños y ya por modelos, antes de ponerse á copiar la Estatua de yeso, y el Natural: porque como entonces se dibujan estos miembros casi de memoria; aquel que no tiene la mano acostumbrada á ello, tropieza facilmente, y dá á conocer su debilidad en esta parte.