sea que queden postrados á los pies de sus enemigos.
43 Os lo dije y no lilcísteis caso ; sino que oponiéndoos al mandamiento del Señor , é hinchados de soberbia subísteis al monte.
44 Entonces habiendo salido á vuestro encuentro el amorrheo , que habitaba en las montañas , os persiguió , como suelen perseguir las abejas al que las inquieta ; y os fue acuchillando desde Seir hasta Horma.
45 Y por mas que llorásteis á la vuelta en presencia del Señor, no quiso escucharos, ni condescender con vuestros ruegos.
46 Por eso estuvísteis de asiento por mucho tiempo en Cadesbarne.
1 Partidos de aquí, fuimos al desierto que guia
al mar Rojo , como el Señor me habia dicho ; y
anduvimos largo timpo [1] rodeando las montañas de Seir.
2 Y me dijo el Señor :
- ↑ Tal vez el Rey de Edom, movido de los prodigios que obraba el Señor á favor del pueblo de Israél, le concedió el paso por los confines de su reino, que antes le negara. (Num. XX. v. 21.)