9 Venidos pues los que habian ido cerca de la hora undécima, recibieron un denario cada uno.
10 Cuando al fin llegaron los primeros, se imaginaron que les darian mas; pero no obstante, estos recibieron igualmente cada uno su denario.
11 Y al recibirle, murmuraban contra el padre de familias,
12 diciendo: Estos últimos no han trabajado mas que una hora, y los has igualado con nosotros, que hemos soportado el peso del dia, y del calor.
13 Mas el por respuesta dijo á uno de ellos: Amigo, yo no te hago agravio: ¿no te ajustaste conmigo en un denario?
14 Toma pues lo que es tuyo, y véte: yo quiero dar á este, bien que sea el ultimo, tanto como á tí.
15 ¿Acaso no puedo yo hacer de lo mio lo que quiero? ¿ó ha de ser tu ojo malo ó envidioso, porque yo soy bueno?
16 De esta suerte los postreros en este mundo serán primeros en el reino de los cielos, y los primeros postreros: muchos empero son los llamados, mas pocos los escogidos [1].
— 17 Poniéndose Jesus en camino para Jerusalem, tomó á parte á sus doce discípulos, y les dijo:
18 Mirad que vamos á Jerusalem, donde el Hijo del hombre ha de ser entregado á los príncipes de los sacerdotes y á los Escribas, y le condenarán á muerte,
19 y le entregarán á los gentiles para que sea es-