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CAPÍTULO XXVI.

41 Al mismo tiempo dirá á los que estarán en la izquierda: Apartáos de mí malditos, id al fuego eterno, que fue destinado para el diablo, y sus ángeles ó ministros;

42 porque tuve hambre, y no me disteis de comer; sed, y no mé disteis de beber:

43 era peregrino, y no me recogisteis; desnudo, y no me vestísteis; enfermo y encarcelado, y no me visitásteis.

44 A lo que replicarán tambien los malos: ¡Señor! ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó peregrino, ó desnudo, ó enfermo, ó encarcelado, y dejamos de asistirte?

45 Entónces les responderá: Os digo en verdad: siempre que dejásteis de hacerlo con alguno de estos mis pequeños hermanos, dejásteis de hacerlo conmigo.

46 Y en consecuencia irán estos al eterno suplicio, y los justos á la vida eterna.

CAPÍTULO XXVI.
Cena de Jesus en Bethania, donde una muger derrama sobre él bálsamo. Cena del cordero pascual en Jerusalem, en la cual habla de la traicion de Judas. Institucion de la Eucharistía. Prision de Jesus, y sentencia contra él del synedrio. Negaciones, y penitencia de san Pedro.

1 Y sucedió [1] que despues de haber concluido Jesus todos estos razonamientos, dijo á sus discípulos:

  1. Fórmula vulgar de que usan los escritores sagrados para comenzar á tomar otra vez el hilo de su narracion.