criado: Sal luego á las plazas y barrios de la ciudad, y traéme acá cuantos pobres, y lisiados, y ciegos, y cojos hallares.
22 Dijo despues el criado: Señor, se ha hecho lo que mandaste, y aun sobra lugar.
23 Respondióle el amo: Sal á los caminos y cercados, é impele [1] á los que halles a que vengan, para que se llene mi casa.
24 Pues os protesto que ninguno de los que antes fueron convidados, ha de probar mi cena.
— 25 Sucedió que yendo con Jesus gran multitud de gentes, vuelto á ellas les dijo:
26 Si alguno de los que me siguen, no aborrece, ó no ama ménos que á mí, á su padre y madre, y á la muger, y a los hijos, y á los hermanos y hermanas, y aun a su vida misma, no puede ser mi discípulo.
27 Y el que no carga con su cruz, y no me sigue, tampoco puede ser mí discípulo.
28 Porque ¿quién de vosotros queriendo edificar una torre, no echa primero despacio sus cuentas, para ver si tiene el caudal necesario con que acabarla;
29 no le suceda que, despues de haber echado los cimientos, y no pudiendo concluirla, todos los que lo vean, comienzen á burlarse de él,
30 diciendo: Ved ahí un hombre que comenzó á edificar, y no pudo rematar?
31 O ¿cuál es el rey que habiendo de hacer guerra contra otro rey, no considera primero despacio, si po-
- ↑ Fuerza con vivas instancias, esfuérzalos á venir.