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SAN JUAN.

dose encontradizo con él, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?

36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, señor, para que yo crea en él?

37 Díjole Jesus: Le viste ya, y es el mismo que está hablando contigo.

38 Entónces dijo él: Creo, Señor. Y postrándose á sus pies le adoró.

39 Y añadió Jesus: Yo vine á este mundo á ejercer un justo juicio, para que los que no ven, vean; y los que ven, ó soberbios presumen ver, queden ciegos.

40 Oyeron esto algunos de los Fariseos, que estaban con él, y le dijeron; Pues qué ¿nosotros somos tambien ciegos?

41 Respondióles Jesus: Si fuérais ciegos, no tendríais pecado; pero por lo mismo que decis: Nosotros vemos, y os juzgais muy instruidos, por eso vuestro pecado persevera en vosotros.

CAPÍTULO X.
Parábola del buen pastor, y sus propiedades. Va Jesus al Templo el dia de la Dedicacion, y declara ser el Mesías. Las judíos cogen piedras para tirárselas como á blasfemo, y se quedan con ellas en las manos á una razon suya. (Matth. 11. Luc. 10.)

1 En verdad, en verdad os digo, prosiguió Jesus, que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, el tal es un ladron y salteador.