mente cuanto contiene la Ley, hasta una sola jota ó ápice de ella.
19 Y así el que violare uno de estos mandamientos, por mínimos que parezcan, y enseñare á los hombres á hacer lo mismo, será tenido por el mas pequeño, esto es, por nulo, en el reino de los cielos [1]; pero el que los guardare y enseñáre, ese será tenido por grande en el reino de los cielos.
20 Porque yo os digo, que si vuestra justicia no es mas llena y mayor que la de los Escribas y Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
21 Habéis oido que se dijo á vuestros mayores: No matarás; y que quien matare, será condenado á muerte en juicio.
22 Yo os digo mas: quien quiera que tome ojeriza con su hermano, merecerá que el juez le condene. Y el que le llamare raca [2], merecerá que le condene el concilio. Mas quien le llamare fátuo [3], sera reo del fuego del infierno.
23 Por tanto, si al tiempo de presentar tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas que tu hermano tiene alguna queja contra tí;
24 deja allí mismo tu ofrenda delante del altar, y vé primero á reconciliarte con tu hermano, y después volverás á presentar tu ofrenda.
25 Componte luego con tu contrario, mientras es-