cado, habeis venido á ser siervos de la justicia ó santidad.
19 Voy á decir una cosa, hablando á lo humano, en atencion á la flaqueza de vuestra carne, y es, que así como habeis empleado los miembros de vuestro cuerpo en servir á la impureza, y á la injusticia para cometer iniquidad, así ahora los empleeis en servir á la justicia para santificaros.
20 Porque cuando érais esclavos del pecado, estuvisteis como exentos del imperio de la justicia [1].
21 Mas ¿y qué fruto sacásteis entónces de aquellos desórdenes de que al presente os avergonzais? En verdad que la muerte es el fin á que conducen.
22 Por el contrario, ahora habiendo quedado libres del pecado, y hechos siervos de Dios, cogeis por fruto vuestro la santificacion, y por fin la vida eterna.
23 Porque el estipendio y paga del pecado es la muerte. Empero la vida eterna es una gracia de Dios por Jesu-Christo nuestro Señor.
1 ¿Ignorais acaso, hermanos, (ya que hablo con
- ↑ Negándoos á obrar lo que ella prescribe.