40 Pero mucho mas dichosa será, si permaneciere viuda, segun mi consejo; y estoy persuadido de que tambien en esto me anima el Espíritu de Dios.
1 Acerca de las cosas ó viandas sacrificadas á los ídolos [1], ya sabemos que todos nosotros tenemos bastante ciencia ó conocimiento sobre eso. Mas la ciencia por sí sola hincha; la caridad es la que edifica.
2 Que si alguno se imagina saber algo, y no sabe esto, todavía no ha entendido de qué manera le convenga saber.
3 Pero el que ama á Dios, ese es conocido ó amado de él.
4 En órden pues á los manjares inmolados á los ídolos, sabemos que el ídolo es nada en el mundo, y que no hay mas que un solo Dios.
5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, ya en el cielo, ya en la tierra, (y que así se cuenten muchos dioses, y muchos señores)
6 sin embargo para nosotros no hay mas que un solo Dios, que es el Padre, del cual tienen el ser todas las cosas, y que nos ha hecho á nosotros para él; y no