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CAPÍTULO XIV.

10 Mas llegado que sea lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto [1].

11 Así cuando yo era niño, hablaba como niño, juzgaba como niño, discurria como niño. Pero cuando fuí ya hombre hecho, di de mano á las cosas de niño.

12 Al presente no vemos á Dios sino como en un espejo, y bajo imágenes oscuras [2]; pero entónces le veremos cara á cara. Yo no le conozco ahora sino imperfectamente; mas entónces le conoceré con una vision clara, á la manera que soy yo conocido [3].

13 Ahora permanecen estas tres virtudes, la fé, la esperanza y la caridad; pero de las tres la caridad es la mas excelente de todas.

CAPÍTULO XIV.
El don de profecía se debe anteponer al don de lenguas. Del modo de usar bien de todos las dones. Dios es un Dios de paz, y no de discordias. Las mugeres deben callar en la Iglesia.

1 Corred con ardor para alcanzar la caridad, y


  1. Viendo á Dios claramente ya no se necesita el uso de los dones.
  2. En imágenes que aun no llegan á representarle como él es en sí mismo.
  3. No será alguna imágen de Dios la que veré en el cielo, sino que le veré cara á cara, directamente, y no por medio de figuras, aunque no llegaré á comprender sus infinitas perfecciones.