31 Acabada esta oracion, tembló el lugar en que estaban congregados; y todos se sintieron llenos del Espíritu santo, y anunciaban con firmeza la palabra de Dios.
32 Toda la multitud de los fieles tenia un mismo corazon, y una misma alma; ni habia entre ellos quien considerase como suyo lo que poseia; sino que tenian todas las cosas en comun.
33 Los apóstoles con gran valor daban testimonio de la resurreccion de Jesu-Christo Señor nuestro; y en todos los fieles resplandecia la gracia con abundancia.
34 Así es que no habia entre ellos persona necesitada, pues todos los que tenian posesiones ó casas, vendiéndolas, traían el precio de ellas,
35 y le ponian á los pies de los apóstoles, el cual despues se distribuia segun la necesidad de cada uno.
36 De esta manera Joseph, á quien los apóstoles pusieron el sobrenombre de Bernabé, (esto es, hijo de consolacion ó consolador) que era levita, y natural de la isla de Chypre,
37 vendió una heredad que tenia, y trajo el precio y le puso á los pies de los apóstoles.
1 Un hombre llamado Ananías, con su muger Saphira, vendió tambien un campo.