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nietecitos ordenó al cocinero que matara cada día a uno y se los Sirviera en pepitoria; pero el cocinero, compadecido de los niños y de la joven y bellísima soberana, en vez de obedecer a la reina madre, ocultó a las criaturas.
Indignada la ogra, mandó que llenaran de sapos, culebras y toda clase de alimañas una enorme cuba, con objeto de arrojar en ella a los dos