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Página:La conquista de quince mil leguas.djvu/107

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EL RIO NEGRO Y SUS AFLUENTES

« En la pendiente de la sierra se ven nueve tumbas en forma de conos, construidas de piedras sueltas y cubiertas de ramas secas. Todo Indio que pasaba por allí ahora 10 años, cuando la memoria del suceso estaba aun fresca, arrojaba en el sitio en que se hallaba cada cadáver una piedra; pero la devoción ha disminuido con el tiempo y hoy dia se contentan con colocar respetuosamente una rama y algunos pedazos de poncho ó chiripá.

« Este paraje es el mismo que Villarino describe en su viaje, diciendo que las sierras parecen ruinas de edificios. A la verdad de noche se asemeja á una ciudad edificada en piedra roja con sus iglesias, cuyas cúpupulas parecen verdaderas desde alguna distancia.

« Muy cerca de este punto se halla Frerau geyú ó paradero de los loros, donde una especie de estos vive por millares en los sauces de las islas. Este paraje está señalado en el mapa de Petermann con el nombre de distrito de Ruca-Clioroy (de ruca, casa y choroy, loro).

« Allí desagua el Ficun Lefú, ó rio del norte, que corre al pié de una colina elevada trayendo en la primavera las aguas de las nieves de la Cordillera. Ya en este último punto se encuentran manzanos. »

La navegación de Villarino hasta la confluencia de Limay con el Colloncurá se hizo sin gran dificultad, caminando cinco y seis millas por dia. En aquel punto la expedición dobló al norte entrando á un afluente del rio principal, que confundió con este, como hemos visto?

Las demás exploraciones del rio Limay, han sido pasajeras y avanzan poco. El señor Moreno, que es el último viajero que ha recorrido aquellas comarcas, lo hizo á caballo, y por consiguiente nada puede informarnos sobre cuestiones hidrográficas. Algunos de los