plimiento de reales órdenes, para proceder á la exploracion del rio Negro, traen fecha 18 de Agosto de 1779 y no han sido publicadas.
Fueron dirijidas a Biedma, que ejercia la superintendencia de los establecimientos de la costa patagónica, recomendándole que les diera cumplimiento á la brevedad posible.
Esté fue el primer paso avanzado con el propósito de buscar la sospechada comunicacion fluvial entre el Atlántico y el Pacífico.
Las instrucciones establecian dos maneras de realizar la exploracion, facultando á Biedma para decidirse por cualquiera de ellos—Eran estas:
1º Zarpar de la boca del rio Negro á los 40° 55' de Lat. Y remontarlo hasta donde fuera navegable.
2º Salir de Mendoza, hasta el pasage en que tiene lugar la confluencia de los rios Tunuyan y Desaguadero, navegándolo hasta su confluencia con el Diamante y continuar por este hasta el rio Negro.
Como lo advertimos ya, habia una confusion completa sobre desarrollo y relacion recíproca de los rios andinos que corren al seno de la el Pampa, y por eso las instrucciones trazan tan irrealizable itinerario.
El Virey pondera los peligros y contrariedades á que hay necesidad de hacer frente en esta clase de exploraciones, y recomienda á Biedma que elija para acometerlas un varon fuerte, denodado y de recursos en los trances difíciles.
Ordena la formacion de un diario de exploracion que debia contener la descripcion general y detallada del rio, el aspecto del país, los montes, pastos, aguadas, y cuanto
de ellas, á los sujetos destinados por S. M. para establecer poblaciones y fuertes provisionales en la Bahia sin Fondo, en la de San Julian, ú otros parajes de la costa oriental llamada Patagonia, que corre desde el Rio de la Plata hasta el estrecho de Magallanes.»