Página:La estafeta romántica (1899).djvu/172

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
168
B. PÉREZ GALDÓS

Juan Antonio colman mis anhelos de socie- dad y de amistad y todo, parece que me fal- ta algo. ¡Que vengas, hombre! Quiero ma- rearte un poco y hacerte rabiar. Por esta no- che no escribo más.

Sábado. He pasado el día haciendo muñe- cos de papel al niño convaleciente. Te asom- brarías como yo de mi habilidad en este arte. He construído una docena de clérigos gracio- sísimos con sus tejas descomunales, y otras tantas monjitas con blancas tocas; sobre la cama los iba poniendo en correcta formación el pequeño. En la sección de animales he sido menos afortunado; pero aun así, mis ga- tos, mis burros y mis elefantes han cumplido el objeto para que fueron creados. Por cada cucharada de alimento ó de medicina que to- ma el chiquillo, cobra anticipadamente una figura, y en ocasiones un cuarto. Por la no- che, cuando le rinde el sueño, y después que el contacto de su frente y muñecas nos dice la frescura de su sangre, recogemos en una cestita todas las colecciones clericales y ZOO- lógicas, para hacer en ellas las reparaciones convenientes. Pero dudo que mañana obten- gan el mismo éxito; ya se me ha indicado para mañana un nuevo mundo que debe sa- lir de mis manos hacedoras: torres, puentes, barcos de guerra y fortalezas con cañones.

Te dije ayer que el drama me acecha: hoy te digo que ha venido Churi; pero no le han permitido entrar en la casa, ni yo he de salir á verle: le tengo miedo. Desde mi ventana le he visto rondar por estas inmediaciones,