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LA GRUTA DEL SILENCIO
Dulcemente,
Suavemente.
¡Oh! lo estraño de sus ojos insondables i sombríos
Cuando vuelven a lo cierto ya cansados de soñar
I se posan en los mios
Como algo que ha dejado de volar.
Siento frio,
Siento frio
Su mirada me penetra, me traspasa i me adivina,
Llega al fondo de mi alma i la ilumina
Como un rayo de luna
Que se clava en la laguna.
¡Oh sus ojos!
Que me bañan en un baño que suaviza
I poetiza.
I que son cual dos espejos
En que el espacio se encierra
I que siempre vagan léjos,
Léjos, léjos de la tierra.
¡Oh sus ojos!
¡Oh sus ojos infinitos!
Sus santos ojos contritos