Ir al contenido

Página:La guerra gaucha.djvu/83

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
84
LA GUERRA GAUCHA

un tropel de sollozos mudos perceptibles tan sólo en el temblor de su mandíbula.

Avanzó hacia el incendio, posando sobre las ascuas, sin sentirlo, sus desnudos pies; y como los soldados intervinieran, renovose la lucha. Ahora combatían las mujeres, con las manos de sus morteros y las armas de los caídos. El trabuco se abocó, mortífero, vomitó su espantable carga, y en la convulsión de un segundo terremoto, la muerte rodó otra vez bajo los árboles. A tumbos sobre la conmovida tierra pirueteaban los cuerpos. Bañados por la melcocha ardiente que las violadas les arrojaron al rostro, tundidos á tizonazos, mordidos, los chapetones talionaban a su vez, mientras al rededor torcíanse los árboles y los cerros galopaban por el horizonte.

La segunda refriega, menos viva aunque más encarnizada, concluyó con ese remezón. Los insurgentes habían caído todos. Cuatro de las mujeres yacían abiertas á tajos, con los dedos crispados entre mechas feroces, pasmadas las bocas por el ansia de morder. La otra, la madre, se alejaba seguida por su perro, con el niño á cuestas, medio quemada. Cuando los demás morían, ella penetró por los escombros arrebatando el cadáver. Su cabellera desvaneciéndose en una llama, como un encaje, y ahora, surgida de la quemazón,