En báquica algazara
Á una maga hermosísima y divina
Está lanzando insultos á la cara;
¡Cual la atormentan y la acosan ciegos!
¡Cuan burlan su modestia y gallardía !
Unos la llaman detestable arpía,
Otros ni aún tocan la tendida falda,
Y así la vuelven con desdén la espalda.
Y aquéllos que mantienen la orgía impura
La llaman encubierta hipocresía;
Mas ni dolor, ni escarnio, ni denuestos
Borran la aureola pura
Que en su frente vivífica fulgura.
¡Feliz aquél que ante las aras divas
De ese ángel purísimo y risueño
La frente doblegó! ¡feliz quien ama
De adorable virtud los resplandores,
Y en la terrible adversidad la llama;
Ella vendrá gentil regando flores,
Ella gallarda y pura y refulgente
Vendrá á poner al triste
La oliva de la paz sobre su frente;
Ella en los labios que secara el hielo
Del agudo dolor, néctar sabroso
Derramará del cáliz delicioso
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Poesías de Cuellar.