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La masacre de Santa María de Iquique:
contextos y debate político en la Cámara de Diputados


por David Vásquez


El país hacia el 1900: antecedentes generales

La llegada del nuevo siglo encontró a Chile en un momento de profundos cambios, algunos de ellos terminales, como la crisis oligárquica y del régimen político, y otros fundacionales como el surgimiento de movimientos sociales, las inversiones públicas en infraestructura y educación producto de la riqueza salitrera o el ascenso de nuevos actores mesocráticos a la vida política. Un mundo terminaba y otro nacía hacia 1900.

La política nacional tenía como escenario principal las disputas y alianzas en el Congreso, protagonista de la vida política y de las decisiones públicas desde el triunfo de 1891 sobre el Presidente Balmaceda. El llamado parlamentarismo oligárquico se caracterizaba por el predominio sin contrapeso del poder legislativo sobre el gobierno y el Presidente a través de las interpelaciones a los ministros de Estado, la censura a los gabinetes, las obstrucciones a los proyectos de ley, dinámicas que, a fin de cuentas, respondían a los acuerdos e intereses coyunturales de los líderes políticos y los parlamentarios. Los temas doctrinarios del pasado que atravesaban las luchas políticas (temas religiosos, las leyes laicas, la libertad electoral, entre otros) fueron reemplazados por una dinámica estéril de luchas internas de la clase política, compuesta fundamentalmente por liberales —con distintos apellidos— conservadores, radicales y algunos atisbos de representación política popular a través del partido democrático.

Los partidos ejes de las combinaciones gobernantes eran el Partido Radical con la Alianza y el Partido Conservador con la Coalición. La estabilidad formal del sistema estaba dada por un consenso doctrinario más o menos general entre los partidos, cuyos líderes y representantes pertenecían a la pequeña oligarquía dominante, unidos por lazos familiares o comerciales y cuyas diferencias inmediatas se resolvían botando gabinetes, pero sin amenazar la institucionalidad ni a los mandatarios quienes cumplieron, salvo muerte prematura, tranquilamente sus respectivos quinquenios, desde Jorge Montt a Salvador Sanfuentes.[1] Asimismo, un dato fundamental para evaluar la estabilidad de las primeros años del nuevo siglo, es el auge económico del salitre. Sobre ello volveremos más adelante.

Una mirada un poco más detenida sobre las corrientes políticas más importantes nos muestra algunas de las tendencias comunes y también temáticas nuevas que los interpelaban desde la vereda de

  1. Para un detallado relato de esta dinámica política, ver Gobierno de Pedro Montt en: Rivas Vicuña, Manuel: “Historia Política y Parlamentaria de Chile”, Tomo I, Ediciones de la Biblioteca Nacional, Santiago 1, pp. 105ss.