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Corte de Apelaciones de Tacna para designar un juez severo que de garantías de imparcialidad a fin de investigar estos sucesos. En cambio, como escarnio de la suerte, el juez letrado de aquella localidad ha instruido un proceso, no contra los que ultimaron a los huelguistas, no contra los matadores, sino contra los propios huelguistas, acusándoseles de subversión contra el orden público, cuando habían sido víctimas de la tiranía más cruenta y dolorosa”. [1]

El ministro Amunátegui argumentó, por su parte, que no se podía haber enviado un ministro visitador a Iquique, pues, en esos momentos, los antecedentes se estaban tratando en la propia Cámara de Diputados y el Poder Judicial no se entromete en los otros poderes del Estado: “Creo que el abuso de que el Ejecutivo se entrometa en los asuntos judiciales es tan grave como el que los miembros del Congreso intervengan en la marcha de los Tribunales de Justicia: cada poder debe tener su esfera de acción propia e independiente (...). Y respecto al juicio contra los huelguistas, señaló el ministro que las sentencias de los jueces son revisadas por la Corte respectiva “...y si los presuntos culpables después de esta revisión, resultan inocentes, no sufrirán castigo alguno”.[2]

Finalmente, el diputado liberal democrático Enrique Zañartu, señaló en la sesión del 11 de julio un punto de vista, que en la práctica, llegó a extenderse por un buen tiempo:

“...respecto de los sucesos de Iquique, que todos lamentamos, los Diputados que deliberamos en esta Cámara, casa de vidrio al través de los cuales nos contempla el país entero, debemos trabajar porque más bien caiga sobre aquellos acontecimientos el manto del olvido, evitando de este modo que se fomente la división de clases”.[3]

En cuanto al anuncio hecho por el Presidente Montt, en su discurso del 1 de junio, respecto al envío de proyectos sobre legislación laboral —a raíz de Santa María de Iquique—, en la sesión del 23 de julio, el diputado Fernando Baquedano, aquél que pedía legislación laboral la tarde del 21 de diciembre de 1907, preguntó a la mesa si habían llegado dichos proyectos. No, señor, fue la respuesta del Presidente de la Cámara, Rafael Orrego. El ministro Amunátegui —presente en la sesión— respondió que el Gobierno pensaba organizar una comisión al respecto.[4]

Dejamos la revisión del debate parlamentario hasta aquí, fundamentalmente porque el tema no siguió siendo tratado. La interpelación al ministro Sotomayor no prosperó y éste dejó el cargo a fines de agosto, dándole paso a una nueva fórmula partidaria encabezada por el liberal Javier Ángel Figueroa como nuevo ministro del Interior.

  1. Sesión del 11 de julio de 1908, “Boletín de Sesiones Ordinarias Cámara de Diputados”, Santiago 1907, p. 544.
  2. Ibid, p. 546.
  3. Ibid, p. 547.
  4. Sesión del 23 de julio de 1908, “Boletín de Sesiones Ordinarias Cámara de Diputados”, Santiago 1908, pp.759-760.