Página:La masacre de la escuela Santa María de Iquique.djvu/58

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
58

El petitorio de la Escuela Santa María, se nutrió, entonces, de diversas miradas y formas de concebir un futuro mejor. Muchos autores atribuyen las exigencias educacionales, por ejemplo, a los obreros de ideología anarquista, mientras que las demandas que buscan una mejora en el salario, serían sustentadas por sectores que esperaban mejorar poco a poco, a través de vías institucionales, las condiciones de vida de los obreros. Estas diferencias serán importantes a la hora de comprender cómo el movimiento llega a plantear un petitorio que estaba dirigido no solamente a los empresarios salitreros, que los rechazarían por no estar dispuestos a perder su autoridad frente a los trabajadores[1], sino también hacia quienes, pensaban los obreros, tenían un rol importante que jugar en la solución de sus problemas, este era el Estado y en particular el Congreso Nacional que por esa época tenía una posición en la estructura de poder y una capacidad para tomar decisiones mucho mayor a la de otros períodos de nuestra historia.

La confianza de algunos trabajadores en una respuesta de ayuda desde el parlamento se sustentó fundamentalmente en la comisión que dicha institución envió a Tarapacá en 1904, y que se había mostrado favorable a las demandas de los obreros, pero de la cuál no surgieron resultados concretos. Lamentablemente, el poder del Congreso no se condecía con el nivel de representatividad de la institución ni con el de la discusión política sobre la situación de los trabajadores, ámbito, lógicamente influido por la distribución desigual de ese poder.

En ese contexto de esperanza a ser escuchados por la institucionalidad, los trabajadores del salitre presentaron su petitorio en la reunión del lunes 16 de diciembre de 1907, en el inicio de una gran huelga con consecuencias nefastas. Aquel petitorio planteaba las siguientes demandas básicas[2]

  1. El pago del jornal a 18 peniques
  2. La supresión del sistema de fichas
  3. El libre comercio al interior de las oficinas de forma amplia y absoluta.
  4. Cierre general con reja de fierro en todos los cachuchos[3] y chupadores de las oficinas salitreras y pagando éstos una indemnización de $5.000 a $10.000 a los trabajadores que se malogren a consecuencia de no haberse cumplido con esta obligación.
  5. Una balanza y una vara para verificar los pesos y las medidas en las pulperías
  6. Conceder lugar gratuito para que funcionen escuelas


  1. Grez, Sergio: “La guerra preventiva. Escuela Santa María de Iquique. Las razones del poder”. Artículo elaborado en el marco del proyecto FONDECYT No100034. Disponible en: http://www.memoriando.com/pdf/escuelagrez.pdf
  2. El petitorio aparece en distintos términos según las fuentes, sin embargo las ideas centrales se mantienen.
  3. Estanque de gran capacidad llenado con una carga de caliche chancado y agua vieja. Se calentaba mediante el paso de calor de vapor de agua a través de serpentines situados en la periferia de sus costados interiores, lo cual producía una masa hirviente que disolvía la sal de Nitrato de Sodio (Salitre). Una vez que la solución se saturaba se vaciaba en los estanques chulladores para clarificarla mediante la decantación de las substancias insolubles y, posteriormente, se llevaba a bateas para producir su cristalización ayudada por la evaporación solar. El resto del material (ripio) se sacaba por la parte inferior del cachucho y se llevaba a vaciar a la Torta de Ripios.