causa de todos los errores fatales de la humanidad, hasta inventar el llamado pero mentido voto de castidad, por el cual se va contra las leyes soberanas de la Naturaleza, y que han engendrado desgracias irreparables y multitudes de crímenes.
Todo ese mal vivido hasta el presente momento en que existimos, felizmente, al principio del derrumbe definitivo de la iglesia, por medio de la presente guerra, todo ese mal vivido desde el pasado al presente ha modificado, como todas las cosas, el modo de pensar de la mujer y de los que aman a la mujer.
Aparece pues, en la Historia una nueva Era para la mujer. ha iniciado su redención.
Las industrias y la propiedad, que arrojan a la mujer del hogar y la esclavizan al trabajo; la guerra que le mata sus hijos, sus maridos, sus padres y sus hermanos; las leyes que la con-
