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LA NOCHE DE LA VERBENA
ANTONIO
Te estás emocionando y habíamos quedado en que ibas a estar siempre alegre.
CARMEN
¡Muy alegre! ¿Cuándo iba a soñar yo con un lazarillo como tú?
ANTONIO
Sí, como yo, bien mío, que te llevaré por el mundo cogida así, de mi brazo, y vé tranquila, que senda de flores ha de ser, mi alma, por donde tú pises.
CARMEN
¡Antoñillo!
ANTONIO
¡Carmencilla! Pero, bueno, anda, que recordando cosas se va la noche; arréglate, y mientras tú te arreglas yo voy a terminar un plano; ponte las alhajas mejores; vamos, ponte como pa irnos a casar de nuevo.
CARMEN
¡Ilusiones!
ANTONIO
¡Pues ahora es cuando me gustas más, chiquilla!