de su madre la tierra, traducido en colores, en perfumes, y también, señores delegados, en fuerza útiles.
Y en este esbozo entraría nuestro concepto de la Pedagogía práctica, igualmente; pues resultaría que, incluso el ramo agrícola objeto de la lección, habríamos aplicado doce asignaturas. Todo ello muy poco tradicional, sin duda, muy poco en armonía con el espíritu de la raza, pero, eso sí, muy en consonancia con el espíritu de la civilización actual.
Con esta civilización, señor presidente, tenemos un compromiso aun no cumplido; la realización de la democracia, que hasta ahora sólo hemos sabido formular en constituciones; y esto no ha de venírnos, si no tomamos también por base la instrucción pública en un concepto democrático.
No hay república sino donde cada hombre es libre por el ministerio de su propia voluntad. Las leyes libertan, pero no hacen hombres libres; y el siervo mal libertado vuelve á su cadena, porque la libertad no le viene al hombre de afuera para adentro, sino al revés, de adentro para afuera; y por esto es menester despertarle el alma, primero que e la invadan aprovechando el sueño, la infíuencias que le quieren esclavo porque le necesitan fuerza bruta.