«Hay análisis y síntesis, deducción é inducción, expuesto todo al alumno, á quien se le dice, cual es la verdad, y porque (sic) es verdad[1] .»
Se descubre la atracción universal y se establece sus leyes: mas ¿cómo se propaga y cuál es su causa?... El ejemplo basta, me parece, para demostrar lo antojadizo de la afirmación académica; pero si se quiere uno más vulgar: el señor Fernández sabe, por ejemplo, que el láudano calma los cólicos paralizando las fibras musculares d el intestino; pero se ignora porqué, y si en el caso anterior cabe todavía una hipótesis, en éste no procede siquiera una conjetura.
A vuelta de hoja, no más, resalta otra aserción muy discutible. Refiérese á las matemáticas, cuyos antecedentes y consecuentes se eslabonan «por procedimientos tan inflexibles, que el espíritu desvanece todas sus vacilaciones delante de la certidumbre absoluta.»
Desdeñando el «espíritu que desvanece sus vacilaciones» y el «delante de la certidumbre absoluta», por el cual los académicos resultan ignorando que delante significa «más allá de», y confundiéndolo con ante, que quiere decir «en
- ↑ Recuérdese que conservo la ortografía oficial. Este sistema de convertir el párrafo, á fuerza de comas, en una elocución de tartamudo, pertenece al señor Fernández.